El chocolate de leche es uno de los más distribuidos y consumidos en el mundo. Sin embargo, no es el único que existe, pudiéndose encontrar tres tipos diferentes en el mercado:
- Chocolate negro: es la versión más pura del dulce, con al menos un 50% de cacao y endulzante.
- Chocolate de leche: como su nombre lo indica, se diferencia en su composición con cierto porcentaje de leche y menor cantidad de cacao.
- Chocolate blanco: a diferencia de los anteriores no contiene el fruto como tal, sino manteca de cacao junto a otros ingredientes.
Ahora, nos enfocaremos en la barra de chocolate amargo que como se mencionó antes, tiene la mayor cantidad de cacao (pasta y manteca), también contiene azúcar. Aunque, el mínimo es un 50% del fruto en su contenido, hay productos que tienen casi el 100%. Sin embargo, es menos común y consumido, siendo más usual conseguir como máximo un 70 a 80%.
¿Cómo saber si el chocolate es realmente amargo? La primera opción es verificar el empaque y la composición que tiene. Además, al consumirlo se debe fundir en el paladar; si se tarda demasiado, es porque la cantidad de grasa vegetal es muy alta.
Pero, esto no solo beneficia al ofrecer un buen sabor exquisitamente equilibrado. La barra de chocolate amargo es la opción más saludable para todos. Por el consumo de un producto con un alto contenido del fruto se disfruta de hierro, selenio, fósforo, zinc, fibra y más.
Adicionalmente, debido a esos atributos tiene propiedades antioxidantes para combatir los radicales libres, con mayor fuerza que muchos otros alimentos. Ayuda a controlar el colesterol en el cuerpo, la obesidad, mejora el sistema inmune y la piel.