El vínculo entre la elaboración del chocolate y cerveza son tan similares en donde no solo por su historia individual en diferentes continentes, específicamente con la cerveza en los países árabes y Centroamérica para el chocolate, sino que también su uso tiene varios milenios por lo cual muestra su particular empeño del ser humano para su evolución y refinamiento, ya que requieren de un proceso de preparación y fermentación. El cacao por su parte se fermentaba utilizando la pulpa del mismo para su proceso, pero se obtenían mejores resultados con la cerveza utilizando la malta, levadura y lúpulo.
En las civilizaciones Olmecas, Mayas, Aztecas y hasta la actualidad hemos disfrutando del chocolate por más de 3.000 años, según nuevos estudios. Investigadores suponen que el chocolate fue descubierto accidentalmente cuando las civilizaciones centroamericanas que producían cerveza a partir de la pulpa de la mazorca de cacao encontraron un nuevo uso para un subproducto de ese proceso al que ahora conocemos como chocolate.
La cerveza por su parte se remonta a más de 5000 mil años, bebida de granos fermentados con capacidad embriagante, esto fue en la cuna más antigua de la civilización humana, al sur de la antigua Mesopotamia, en el cruce de los ríos Tigris y Éufrates, donde habitaban los sumerios.
Su proceso de elaboración comienza con granos, generalmente cebada (aunque a veces trigo, centeno u otros granos similares). Los granos se cosechan y elaboran a través de un proceso de calentamiento, secado y agrietamiento. El objetivo principal del malteado es aislar las enzimas necesarias para la elaboración de la cerveza.